Esta vez, ni siquiera el triunfo ante Gimnasia, que nos acerca una chance para ingresar a las Copas, es el protagonista. Ni siquiera las críticas por lo mal que se jugó. Esta vez, vale más el canto emotivo que, espero, no suene a despedida.

Gracias Pepé.

Gracias por hacerte cargo en los momentos más difíciles.
Gracias por tu sabiduría para dejarnos una generación de arqueros de selección.
Gracias por tu cautela, tu calma y tu inteligencia como para sobreponerte a cada situación adversa.

Lamentablemente, en este país, el reconocimiento llega tarde. Espero te vaya bien en la selección.

Espero que los dirigentes tengan la capacidad para darse cuenta y el 25, cuando se inaugure el “Libertadores de América”, una Tribuna lleve tu nombre.

Párrafo aparte +: Fredes.
Párrafo aparte -: El juego. Estuvimos muy imprecisos y no jugamos bien.
Párrafo de aliento: Calello, un jugador excepcional, que no tiene la chance que se merece.

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Foto: El Mundo Rojo


Buena vista

(No me referiré al triunfo ante Olimpo, por obvias razones)

Fueron saludables, acertadas y seductoras las primeras palabras del Bichi, un jugador indiscutible. Aunque sólo lo pudimos disfrutar con la del Rojo en su última época, Borghi fue un exquisito. Como nos gustan a los hinchas de Independiente.

Me gustó su planteo en el Colo Colo, aunque no me seduce la línea de tres, utilizada para algunos encuentros. Destaco su campaña, sus títulos locales y su subcampeonato en la Sudamericana, aunque deba decir que el fútbol chileno está un tanto centralizado y la competencia suele ser dispar.

Espero le vaya bien y nos devuelva la mística perdida. Aunque para eso, será fundamental quién quede, quién se irá, quién vendrá, y el acompañamiento de los dirigentes.

Mala vista

Las llegadas de Troglio y Borghi son dos claros indicadores. Hace unos años, pocos jugadores querían ponerse la del Rojo aunque se privaran de lucir la camiseta más ganadora de la historia. Claro, por ese entonces había serios conflictos con el dinero. Fue tanto el tiempo perdido que cuesta recuperarlo.

Hoy vivimos algo parecido, pero con los técnicos. Antes de Pedrito, dijeron no Bianchi, Bielsa y Pekerman. No se quiénes ni cuántos dijeron no antes del Bichi. Seguramente algunos.

Eso es un claro indicador de que algo perdimos y debemos recuperarlo. Espero que en su nueva gestión (doy por sentado que ganará las elecciones), Comparada vaya en busca de la mística, de la Copas, de la Gloria.

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Foto: Muy Blog



(Trataré de no hacer referencias puntuales al desastre de ayer por la noche)

Mataburros. Hay muchas cosas que no se hacer. Y otras que sí porque son propias de mi profesión. Para aquellas que ignoro, consulto, convoco y acudo a especialistas, personas entendidas o que tengan algún tipo de noción. Así, puedo resolver los diferentes intringulis. Es lógico y entendible que una persona no sepa sobre diversos temas. Es ilógico e inentendible que no recurra a las que más saben.
A Independiente, desde Sergio Manoel en adelante, llegaron (sólo me refiero a los últimos) Ledesma x 2, Moreno, Luna, Moreira, entre otros. Evidentemente, hay un desconocimiento respecto al fútbol. Ese no es el problema. El problema es no darse cuenta y permanecer en la ignorancia.

Pan para hoy, hambre para mañana. Ya lo dije en post anteriores. Pero el éxito ha recobrado tanta legalidad, que ahí van todos, ciegos, detrás de sus cantos sin evaluar los procesos. Gallego sacó campeón al rojo con un plantel que duró lo que dura un éxito, un ratito. Y luego fue caída libre. Hoy necesitamos otra cosa. Hoy necesitamos la solvencia de un Proceso. Hoy necesitamos un Proyecto, y no los cantos de sirena de un Torneo.

Fiesta de época con mendigos. El otro día un amigo me decía. “Te imaginas, alquilo el Palacio San Miguel para hacer una fiesta de gala, y la mayoría de mis invitados llegan zaparrastrosos, desalineados… así, el salón no va lucir tanto, ¿no te parece?” Sí, le contesté, y me quedé pensado…

Tomar las Riendas. Al parecer, no todos se sienten a gusto en Independiente. Si es así, tal vez sea mejor que enfilen para otros rumbos. A veces me pregunto, sobre todo teniendo en cuenta que las últimas grandes operaciones que realizó el rojo fueron por jugadores formados por el club, de qué vale invertir 2 millones y medio de dólares por un central, algo así como 8 millones de pesos, -no me quiero ensañar con Gioda, vale el ejemplo para otras adquisiciones- si con ese dinero puedo hacer una revolución en las inferiores, que, en definitiva, no sólo me proporcionan grandes jugadores (Agüero, Ustari, Milito, Forlán, Vuoso, etc), sino también grandes ventas.

Es sólo una pregunta. Yo de fútbol mucho no se, por eso pregunto.

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Foto: Linkmesh