Algunas decisiones que, a priori, pueden parecer menores contienen una profundidad que muchas veces es difícil de notar.

Ayer Pepé se incorporó como entrenador de Independiente. Tras dejar el orgullo herido de lado (recordemos que la Dirigencia avaló la marginación del plantel de primera solicitada por Burruchaga), asumió la responsabilidad de conducir al "Rojo" en estas pocas, pero importantes fechas que quedan. Digo esto, porque, pese a la pésima campaña, aún hay chances de clasificarse para la Sudamericana.

Pero lo que quiero destacar no es la calidad de Pepé como entrenador. Sino una decisión afortunada que describe un camino que debemos recorrer si queremos recuperar parte de nuestra historia. No me refiero puntualmente a la mística copera, o al paladar exquisito. Sino a la de los gallegos que promovían jugadores de la cantera o compraban por poco y vendían por mucho.

Pepé lo demostró ayer con una simple decisión. Reincorporó a algunos jugadores marginados y promovió a algunos juveniles. Los convocados fueron:

Daniel Mielnicchuk (arquero del club, jugó una temporada a préstamo en Almirante Brown).
Rubén Salina (Defensor, jugó varios partidos con Gallego de entrenador).
Enzo Bruno (Volante ofensivo, de gran calidad, debutó junto con Fredes en un Torneo de verano).

También se sumaron:
el arquero Emiliano Rebora, los defensores Damián Leyes y Mariano Viola, y el volante Hernán Pérez.

Bien Pepé. Felicitaciones

boneco_rojo@hotmail.com

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